Pues sí, cuando Máximo
Décimo Meridio, comandante de los
ejércitos del norte, convertido a gladiador a la fuerza, suelta esta frase al
inicio de la película Gladiator,
nos sobrecoge y motiva igual que a sus hombres antes de entrar en batalla. Las
batallas son importantes en tiempos de guerra, pero hay muchas otras que se
hacen en silencio, con humildad y tesón, las batallas de las ideas y esas sí
que tienen un eco largo y profundo, con perdón de cualquier general romano,
chino o de donde sea.
No
es una persona totalmente anónima la que presento hoy en esta entrada del blog,
pero lo es para una gran mayoría. Sus hazañas sólo las conocen algunos y su
nombre se va borrando de la memoria colectiva, aunque se lee en los letreros de
alguna calle, plaza o colegio.
¿De
quién hablo?. De Concepción Arenal. Vaya rollo, no?. Pues no, no os engañéis.
Uno se puede disfrazar de muchas cosas según qué batalla. De general romano
queda genial, impresiona, es chulo, sí. También uno se puede disfrazar de
hombre para ir a la universidad como hacía nuestra amiga o también con un traje
más negro que un tizón del cuello hasta los tobillos, pero el disfraz que le
tocaba llevar a Concepción no podía aprisionar la luz cegadora que llevaba
dentro, una auténtica luchadora dispuesta a darlo todo por sí misma, por su
condición, pero sobre todo, por otros. Esa es Concepción Arenal.
Vivimos
en un tiempo en el que hemos logrado muchas cosas, sí, pero que queda mucho a
pesar de situarnos en la zona del bienestar del mundo. Una muestra de ello para
mí es la celebración, casi a diario, del “Día Mundial del Orgullo Gay, del Autismo,
del Cáncer de Mama, del Obrero, de la Explotación Infantil, de las Enfermedades
Raras, del Medio Ambiente…”. La celebración de estos
días llama la atención en problemas reconocidos y aceptados pero aún no
resueltos. Pues uno de esos días reivindicativos, de algo que por lógica y ley
deberíamos haber erradicado del calendario por su no necesidad de
existir, el Día de la Mujer Trabajadora (o sea, el día de la Mujer) me topé con la historia de esta
valiente en una película de RTVE, realizada para tal fin, protagonizada por la
magnífica actriz Blanca Portillo. La película trata de uno de los episodios de
la vida de Concepción Arenal, cuando era visitadora de cárceles.
Pues
sí, lo reconozco con vergüenza, para mí Concepción Arenal era una calle. Ésta:
Concepción. No la pudieron poner
mejor nombre. Concebir es procrear, generar, crear, producir… eso hizo esta mujer
no solo teniendo hijos como era su obligación en la época que la tocó vivir,
sino escribiendo, innovando, planteando retos y ayudando a transformar una
sociedad ya caduca en otra más equitativa y humana pero no tonta. Escribió
sobre el trato a los presos en las cárceles, sobre la beneficencia y los
derechos de las mujeres, todo embutida en ese traje negro por el que rezumaba
bondad, sabiduría y, sobre todo, mucho
valor, tanto como el de un general romano antes de entrar en batalla contra
alguien que no sabe que debe ser conquistado.
Me
gustaría haber conocido a esta mujer, haber tomado un largo café con ella,
escuchándola. Pero casi mejor renuncio al café a cambio de tenerla de
Presidenta, Alcaldesa, Directora de empresa, Directora del colegio de mis hijos
o de lo que sea… necesitamos reivindicar su mensaje para que siga rebotando su
eco hasta la eternidad.
Existen
muchas webs sobre su vida y obra, a continuación os pongo algunas, pero creo
que lo mejor es leer sus palabras:
- “Todas las cosas son imposibles,
mientras lo parecen”
- “Cuántos siglos necesita la razón para
llegar a la justicia que el corazón comprende instantáneamente”
- “Las malas leyes hallarán siempre,
y contribuirán a formar, hombres peores que ellas, encargados de
ejecutarlas”
- “El hombre que se levanta es aún más
grande que el que no ha caído”
- “Odia el delito y compadece al
delincuente”
- “Abrid escuelas y se cerrarán cárceles”
- “Cuanto más se dividen los
obstáculos son más fáciles de vencer”
- “La sociedad no puede en justicia
prohibir el ejercicio honrado de sus facultades a la mitad del género
humano”
- “Las cadenas se rompen con ideas y
no a bayonetazos”
- “Lo más fácil de todo es hacer el
mal; tan fácil que se hace solo”
- “El llanto es a veces el modo de
expresar las cosas que no pueden decirse con palabras.”
- “La sociedad paga bien caro el
abandono en que deja a sus hijos, como todos los padres que no educan a
los suyos”
- “Cuando la culpa es de todos, la
culpa no es de nadie”
- “Las virtudes son hermanas que se
abrazan estrechamente; cuando una cae, todas vacilan; cuando una se
levanta, todas cobran ánimo”
- “El dolor, cuando no se convierte
en verdugo, es un gran maestro”
Descubridla,
por favor. Descubrid sus palabras y llevarlas a vuestro entorno, haced que su
eco siga sonando.