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jueves, 25 de septiembre de 2014

Héroes, Santos y Premios Nobel de la Paz



   A lo largo de la historia, a las personas extraordinarias que poseían una fuerza o habilidad sobrehumanas, que plantaban cara a los peligros guiados por un empecinamiento y entusiasmo fuera de lo normal, que no temían ni al dolor ni a la propia muerte con tal de defender ideales más que sublimes, se les ha llamado Héroes o Semidioses. Después les llamaron Santos y desde hace unos cuantos años se les otorga con más o menos acierto el Premio Nobel de la Paz.

Creo que la persona que voy a introducir en esta entrada del blog podría ser las tres cosas a la vez: Héroe, Santo y Nobel,  aunque para ser las dos últimas hay que cumplir ciertos requisitos que a veces responden más a intereses políticos o religiosos… una pena.

Otra vez, aburrida haciendo zapping se me cuela un río inmenso en la pantalla. Están poniendo una de esas miniseries que de cuando en cuando echan en TVE. Me enganchó no por el tema en sí, porque la verdad es que una ya está muy cansada de ver tanta desgracia en los telediarios, sino porque estaba muy bien narrada, los actores eran buenísimos y, como he dicho antes, el río Araguaia y el Mato Grosso de Brasil se comían la pantalla y con ella mis ojos que se inundaron hasta bien adentro llegando así hasta mí el Héroe. 



El Héroe es Pedro Casaldáliga, un hombre sin pelos en la lengua, con firmes convicciones religiosas enraizadas al mensaje más primitivo del cristianismo, unas creencias que le llevaron al activismo de trinchera y no de despacho.



Claro, yo ni idea de su existencia, ni de su lucha de tantos años , ni de los peligros ni amenazas recibidas, vamos que una espera viendo la miniserie que se lo tienen que cargar en cualquier momento, como todo buen Héroe o Santo. Pero no, parece que ni los cuchillos, ni las balas le rozan, ni tampoco las palabras y actos envenenados de sus ”iguales” en la jerarquía eclesiástica que parecen haber olvidado ese mensaje primordial y puro del que no se cansa de hablar Pedro Casaldáliga.

Los héroes suelen ser famosos porque hacen cosas extraordinarias y la historia de sus hazañas se propaga con rapidez para los que se sienten salvados y para los que lo odian. Pero yo os pregunto:

¿Quién merece ser Héroe o Santo?
¿Cuántos han subido a los altares sin merecerlo y cuántos anónimos lo son sin importarles la gloria?
¿Conocéis alguno a vuestro alrededor? Puede. Quizás no sean un derroche de virtudes pero de pronto algo les remueve por dentro y obran el milagro, sí, auténticos milagros. Seguro que tenéis o habéis tenido a alguno cerca en vuestra vida. Pensadlo bien.

En tiempos de guerra hay muchos criminales y también muchos héroes. Yo conocí a uno de estos héroes siendo niña pero me enteré de una de sus historias ya de mayor, cuando él ya no estaba. Era mi abuelo paterno. Guerra Civil Española, bando republicano, Puente de Toledo, Madrid. Pistola en mano se enfrentó a sus compañeros, los más exaltados para los que luchar  significaba cargarse a quien sea sin preguntar, sin ver su humanidad bajo un hábito de monja que aterrorizada por buscar cobijo de la locura de la guerra necesitaba cruzar el puente. En guerra todo cambia y si un puñado de monjas son eliminadas como daño colateral poco importa e incluso se puede presumir de ello como diversión. Quizás alguna de aquellas monjas habrá recordado durante su vida a aquel hombre que gritó que  “Allí no se mataba a nadie y el que se atreviera a hacerlo tendría que dispararle antes a él”. Aquellas palabras fueron pronunciadas con rotundidad. Las defendería con su vida. 



Las monjas pasaron. Una cosa era disparar a un hombre armado en el frente y otra matar por que sí a personas inocentes. El de la foto era este héroe.


Hay muchísimos héroes escondidos y camuflados  porque un héroe siempre dirá que actuó haciendo lo que tenía que hacer, que no es nadie especial ni presumirá de serlo nunca. En los colegios hay chavales que defienden sin temor a compañeros acosados por sus propios amigos, también existen mujeres que en solitario crían a sus hijos logrando darles amor y educación aún estando todo el día ganando agotadas su sustento, y personas que, aún sabiendo que perderán su puesto de trabajo, no dudan en denunciar una situación corrupta o inmoral, y a veces el héroe se pone a prueba de verdad enfrentándose consigo mismo… se me ocurre por ejemplo el que sale del mundo de las drogas, de la delincuencia o de una situación personal difícil sea la que sea.

Quizás algunos de vosotros seáis un héroe en espera… ¿por qué no? Eso piensa el Dr. Philip Zimbardo, que de maldad sabe bastante. Famoso por su experimento de presos y carceleros con voluntarios de la Universidad de Stanford, tuvo que abortar el mismo a los pocos días por la crueldad sin fingimientos que demostraron tener los carceleros con los desgraciados estudiantes a los que les tocó “representar” el papel de presos. Escalofriantes resultados que solo reflejan la pura realidad y que luego, muchos años después,  el propio Zimbardo pudo comprobar en las cárceles de Irak y que salieron a la luz por unas fotografías trofeo de los soldados estadounidenses… supongo que las recordáis.

Pero, a pesar de tantos años estudiando la maldad humana, Zimbardo hace una reflexión maravillosa que nos llena de esperanza, haciéndonos ver que no tenemos que depender de un héroe que se presente y nos salve cual Superman, Capitán Trueno o Spiderman. Según Zimbardo todos podemos ser un Héroe en Espera, en espera de saltar de nuestra zona de confort, de reaccionar, de despertar de nuestro letargo, y que esto no es algo con lo que se nace, sino que podemos entrenarlo y de esta manera vencer a lo peor de nuestro género humano.


Y sigue con nosotros el obispo Pedro Casaldáliga ¡con 86 años!, escribiendo, trabajando, con su web y todo y, por supuesto, amenazado de muerte. Si esto no es un Héroe, un Santo y no merece el Premio Nobel de la Paz (y sí Obama o  FW de Klerk) es que aún andamos un poco perdidos.

¿Os atrevéis a ser un Héroe en Espera? No es por nada pero el mundo necesita de unos cuantos… ¿o quizás lo sois y no os habéis dado cuenta?



Algunas de las cosas que dice Pedro Casaldáliga:

-“Si doy limosna al pobre me llaman Santo, si pregunto por qué los pobres no tienen qué comer me llaman comunista”

- “Es fácil llevar a Jesús en el pecho, lo difícil es tener pecho, coraje, para seguir a Jesús”

- “Estados Unidos declaró la guerra en Irak, pero millones de personas declararon la paz en todo el mundo. Yo creo que la fuerza de esa conciencia es invencible, y acabará imponiéndose”


Os pongo algunos enlaces:


   “Descalzo sobre Tierra Roja” – Miniserie de TVE ¡¡¡MARAVILLOSA!!!, actorazos, genial. Tenéis que verla, os lo ruego.



    
Web de Casaldáliga: poesías, cartas, artículos, espiritualidad de la liberación…  http://www.servicioskoinonia.org/Casaldaliga/



Entrevista de Pedro Torres a Pedro Casaldáliga: http://pedrotorres.org/?p=636

    
Web del experimento de la Cárcel de Stanford: http://www.prisonexp.org/espanol/




Pagina web del Proyecto Heroic Imagination de Zimbardo: http://heroicimagination.org/

Programa Redes entrevista a Zimbardo. "La pendiente resbaladiza del mal". GENIAL: http://www.youtube.com/watch?v=n0ymDKGUWy8


Libro de Zimbardo “El efecto Lucifer”, editorial Paidós. Aquí explica todo su conocimiento sobre la maldad humana de una manera magistral y amena. Al final del mismo expone sus reflexiones para cómo lograr ser un Héroe en Espera.