jueves, 25 de febrero de 2016

Vayamos al bosque...

Mi último descubrimiento tuvo lugar al toparme con una noticia en Twitter sobre algo que no había oído en mi vida pero sí había experimentado: los Baños de Bosque.

¿Que qué son los baños de bosque? Pues no lo voy a decir, prefiero que os contestéis vosotros mismos porque, si alguna vez os habéis dado uno (espero que muchos) sabréis inmediatamente de qué se trata. Y es que, como dice la bióloga Rachel Carson en sus maravillosos libros, conocer no es ni la mitad de importante que sentir.

¿Y qué se siente en un baño de bosque? Pues probablemente habréis sentido una especie de inmersión en un lugar e instante eternos, habréis creído estar envueltos por una atmósfera donde la vida resuena en mil vibraciones de fragancias, luces y sonidos, donde una palpitación ajena y a la vez propia se sincronizan a cada paso, donde los árboles, esos mágicos seres inmóviles, sin ojos a los que mirar (como diría el escritor  D.H.Lawrence) son solemnes antenas naturales en permanente emisión de secretos antiguos y que nos hablan... Como veis, todas estas sensaciones son como una sesión de esas de Mindfullness, tan de moda ahora, pero a lo bestia.

Y es que durante un paseo en silencio por un bosque cualquiera podemos oír desde el canto de los pájaros, que se avisan entre sí de nuestra intromisión en su paraíso sagrado, hasta casi el andar de una hormiga, y también podemos ver el correr ascendente de una ardilla que solo deja en nuestra retina una rojiza mancha difuminada que se esfuma entre las ramas. Entonces comprendemos, y hasta podemos intuir, que hay muchos ojos y orejas escondidos tras las piedras, troncos, arbustos y hojas caídas dilucidando si somos o no una amenaza para su supervivencia.

Y luego están los árboles, los que apenas se mueven pero alimentan y soportan toda esa grandeza. ¿Habéis abrazado alguna vez a un árbol? ¡Hacedlo, por favor! No es una persona ni un animal, pero sí un ser vivo, probablemente anciano, fuerte y sabio. Así nos los han contado desde la más remota antigüedad a través de muchas historias y leyendas... por algo será. Hasta nosotros ha llegado, por ejemplo, la historia del mítico fresno perenne Yggdrasill de los vikingos y también la del tpuy Autana, el árbol sagrado de la vida de los piaroa venezolanos (que en realidad es un cerro que recuerda a un enorme tocón). Los árboles, desde sus raíces hasta sus ramas más altas han sido venerados por ser un nexo de comunicación entre la tierra y el cielo, con sus raíces descienden hasta las moradas del Inframundo y con sus ramas acceden hasta las moradas del mismísimo séptimo cielo, dejando nuestro universo físico cotidiano a medio camino.

           

El bosque ha sido siempre refugio de nuestros sueños, pero también de nuestras pesadillas, en las que no solo Caperucita huye del lobo, sino donde ocurren toda suerte de encuentros prohibidos y de ritos extraños. No sé si os habéis perdido alguna vez en un bosque pero no es una buena experiencia. La desorientación y la inexperiencia del novato urbanita pueden provocarle el pánico y hacerle perder de vista las migas de pan dejadas por el camino. Perdernos en el bosque sin nuestros talismanes tecnológicos nos vuelve humildes ante la magnificencia de la naturaleza, volvemos a ser seres humanos, un animal más del bosque, solos con nuestros miedos, recursos y fuerza vital. 

¿Cuántas historias de miedo tienen como escenario un bosque? Muchas. En los bosques hay lobos escondidos, duendes, fuegos fatuos, brujas horripilantes en chozas camufladas, insectos voraces, pájaros de mal agüero, trolls, asaltantes de caminos sin escrúpulos, todos cobijados entre las sombras... pero también hay hadas, ninfas y Robins Hoods ¡menos mal! En los bosques hay oscuridad y hay luz, silencios y voces que no sabemos ubicar y, sobre todo hay muchas historias guardadas en los anillos de los árboles de antiguas tragedias y también de bonanzas.

Como decía en un principio, al leer esta noticia, recordé los baños que yo misma he vivido en mis paseos por diversos bosques a la luz del día y también a la luz de la Luna. Así que quise saber más de esto que los maestros japoneses llaman Shinrin-Yoku, que enseñan a dar un paseo por el bosque como Dios manda: yendo sin prisas, sin móvil, sin cámara de fotos, sin hablar con el compañero y tan solo dejarse flotar y mecer por las olas de una inmensa cúpula verde.

Inicié mi búsqueda por la red de redes y al instante me vi chapoteando entre muchos comentarios y aportaciones geniales que transmitían otros avezados bañistas desde sus blogs que, como si fueran árboles de un inmenso y enmarañado bosque virtual que se dejan mecer por el viento de Google, fui sabiendo atisbar. Por ejemplo, me enteré de que el bosque nos sana a través de sus aceites esenciales, sus iones de carga negativa y sus bacterias benévolas que flotan por doquier. Al bosque nos lo llevamos a casa, y no solo cogiendo una hoja o frutos secos sino que lo incorporamos dentro de nosotros a través de la piel y la respiración, nos ayuda a curarnos de las dolencias del cuerpo, del estrés y del alma.

También he descubierto a dos personajes apasionantes y apasionados, sensibles y sabios ya mencionados anteriormente. Uno es el controvertido escritor D.H.Lawrence y la otra la bióloga Rachel Carson. El uno, con su novela "El amante de Lady Chatterley", donde el bosque es testigo y cómplice de una pasión amorosa. La otra, con sus libros llenos de enseñanzas como "El sentido del Asombro". Ambos me han dejado totalmente ALUCINADA. No digo más de ellos porque ya lo hacen de manera magistral dos blogueros de altura en "Los Árboles Invisibles" (Rosa Cintas y Teo Marañón).

                                                     
                                                     


Para finalizar, os invito a que os deis un buen paseo en algún bosque (o lugar con árboles en vuestra ciudad) donde podáis conectar o desconectar, lo que prefiráis. Da igual la época del año o si llueve... cada momento es especial. También os animo a que visitéis el bosque virtual de los miles de blogueros increíbles que comparten sus inquietudes, pasiones y saberes a todo el que quiera escucharlos.

Aquí van algunas recomendaciones:


- Blog Los Árboles Invisibles. Os ruego que leáis: "La señora Chatterley fue albosque" y "Cultivar el asombro", pero el blog al completo no tiene desperdicio.




 
- Novela "El bosque animado" de Wenceslao Fernández Flórez. Una auténtica delicia.










- Novela "El secreto del Bosque Viejo" de Dino Buzzati. Otra delicia.











- Novela "El amante de Lady Chatterley" de D.H.Lawrence. Bellísima descripción de la pasión, el erotismo y la naturaleza.










- "El Sentido del Asombro" y toda la obra de Rachel Carson. No se puede ser más elegante en medio de un bosque o playa, una mujer increíble.










- Audio podcast de Félix Rodríguez de la Fuente contando la leyenda del tpuy Cerro Autana en su programa "La aventura de la vida"... Absolutamente sublime.

"Una noche en el techo del mundo"



- Podcast de Juan Ignacio Cuesta y sus "Lugares de Poder", del programa La Rosa de los Vientos, donde en 11 minutos fantásticos nos habla de un bosque maldito referido en el poema del romano Lucano y del Santuario de la Serpiente en Cuenca. Leyendas de bosques y sacrificios ancestrales.


- En Youtube: Introduction to Forest Therapy and Shinrin Yoku de Association of Nature and Forest Therapy




¡Feliz baño!




"Hoy día mucha gente camina con la mirada baja y fija en el asfalto. Para ellos, la supervivencia consiste en sobrevivir un día tras otro, al jefe, a las entrevistas. Esas son cosas importantes, pero nos perdemos mucho si limitamos nuestras vidas al mero pavimento que hay frente a nosotros. Si tan sólo pudiéramos sacar algo de tiempo para alzar la vista -quizás nuestro descanso para comer, en un banco en el parque- descubriríamos porqué cuando lo hacemos nos sentimos mejor, nuestra imaginación se dispara y nuestros sueños y ambiciones despierta. La naturaleza nos hizo así"

Bear Grylls




martes, 19 de enero de 2016

¿Dónde estás, rey Artabán?





Han pasado las fiestas navideñas (por fin) y ya estamos metidos en la rutina y concentrados en los nuevos retos a conseguir en este nuevo año, que suelen ser los de casi siempre. Pero aún hay una última cosa que queda pendiente de la Navidad y es la llegada del rey mago Artabán, que si se le da bien el viaje llegará por Semana Santa ¿Que quién es ese? ¿Un cuarto rey mago? Pues sí. Os confieso que yo no sabía de su existencia hasta que oí su historia en un podcast de radio. 

Resumo:

Artabán era un rey mago de oriente que acordó con los otros tres, conocidos por todos, en ir a alabar al Niño Dios y entregarle regalos dignos a su naturaleza humana y divina. Lo que pasa es que por el camino se distrajo un poco ayudando a todo el que se encontraba, ofreciendo sus piedras preciosas a cambio de liberar niños esclavos o socorrer a ancianos entre otras muchas cosas... no llegó a la cita con los otros reyes, perdió la estela de la estrella, se perdió en el desierto, y para cuando quiso llegar a Belén todos ya se habían marchado de allí. 


Por fin, después de muchos años vagando, dio con Jesús ya crucificado, que le agradeció todos los regalos que le había hecho, a saber, ayudar a todo aquel que necesitó libertad, consuelo, agua, comida, etc. 

El incrédulo Artabán murió sabiendo que había logrado su objetivo, aunque fuera de manera poco convencional.




Este cuento lo escribió Henry van Dyke, teólogo presbiteriano estadounidense, en 1896, y fue versionado y llevado al cine en más de una ocasión, en una de ellas por un joven Martin Sheen.


Pero, como ya me conocéis yo prefiero quedarme con otra moraleja de esta maravillosa historia y no con la evidente. Todo lo secundario, todo lo que está por detrás de lo visible, suele ser igual de interesante y no todo el mundo lo ve porque nos eclipsa el argumento principal. Y es que... qué razón tenía John Lennon cuando decía aquello de que "la vida es lo que te va sucediendo cuando te empeñas en hacer otros planes"

¿Cuántos Artabán hay por el mundo? Se trata de personas que tienen una meta, un objetivo claro, y pasan años hasta poder lograrlo o lo abandonan por el camino porque encuentran otras prioridades que no pueden, o no quieren, obviar. Artanbán se creyó un fracasado, pero los suyos fueron los mejores regalos. Los Artabán que hay desperdigados por ahí demoran conseguir sus objetivos hasta que llegue un mejor momento o bien transforman sus fracasos en nuevos retos, pero siempre están buscando y caminando sin descanso y llegan... aunque sea tarde.


La historia de Artabán nos enseña que los fracasos pueden ser relativos, porque siempre de la chatarra puede salir una pieza innovadora, de las sobras de comida un plato exquisito o de los retales una colcha a lo patchwork.

Poder alcanzar nuestros objetivos en la vida depende tanto de lo que nos pasa como de nuestras decisiones ante eso que nos pasa. Artabán podía haber mirado hacia otro lado ante tanto desgraciado que se le ponía por delante, concentrarse en llegar a tiempo a Belén, en no perder la estrella del cielo, todo en pos de su glorioso objetivo, caiga quien caiga. Hoy en día diríamos que era un ingenuo, un "tan bueno que era tonto" y, por supuesto, nadie lo contrataría en una empresa, excepto aquel que supiera mirar más allá de lo evidente.

¿Cuántas mujeres a lo largo de la historia tuvieron que dejar de lado sus carreras profesionales por cuidar de sus hijos o de algún familiar enfermo, por ejemplo? ¿Cuántas habilidades y estrategias de afrontamiento de estrés, resolución de problemas, capacidad de sacrificio, de demora de gratificaciones, etc deben desarrollar y no son valoradas por la sociedad ni por las empresas? Como digo, un empresario inteligente sabría ver más allá de la trama principal ¿verdad?

Hay muchos ejemplos del tipo Artabán en la historia, algunos incluso se estudian en las universidades como modelo de liderazgo o por su habilidad para controlar su mente y sus emociones en situaciones de supervivencia extrema. Uno de los más increíbles es el del explorador Ernest H. Shackleton, un auténtico héroe.



Shackleton no logró su objetivo. Las cosas se le torcieron bastante pero supo coger al toro por los cuernos con tal habilidad que logró algo mucho más difícil aún y por ello pasó a la historia.

Resumo:

Año 1914. Objetivo: Atravesar y explorar el continente Antártico. Circunstancias: el hielo rodea su barco y lo aprisiona hasta hacerlo reventar. Shackleton supo ceder muy a su pesar en lograr su objetivo y lo transformó en otro, el de salvar a todos sus hombres y devolverlos a sus hogares. Pasaron muchas penalidades, estar al borde de la muerte durante casi tres años, sin apoyo, sin comida, sin poder comunicarse con el resto del mundo, y con unas temperaturas en permanente bajo cero, pero lo logró. Se puede decir que fue un fracaso triunfal.

Otro ejemplo es el de Ulises, el de la Odisea de Homero. Tardó bastante en regresar a casa. Le pasaron muchas cosas, se buscó algunos problemas, también supo salir de todo, perdió su objetivo de vista varias veces por deslumbrarse por otros más atractivos... de alguna manera sus decisiones, su errores y sus aciertos lo hacen más humano que el todopoderoso Shackleton. También se estudia su modelo de conducta además de las mil lecturas de sus aventuras. Para mí es una de las historias más increíbles de la literatura. Lo tiene todo y lo enseña todo.




Yo conozco algún Artabán que otro. La crisis ha creado a muchos. Yo misma aspiro a ser uno de ellos. Creo que en lugar de lamentarnos por nuestras propias desgracias es bueno actuar, tomar decisiones y tirar hacia adelante. Sus historias de superación nos inspiran, nos ayudan a centrar todas nuestras energías, no en la queja sino en la acción, nos enseñan a ser flexibles para saber cuándo demorar un objetivo o adaptarnos a las circunstancias y para ello tener siempre en mente nuestros valores, intereses, creencias y anhelos. Da igual que estas historias vengan bajo el manto de un glorioso héroe de la antigüedad o sean las del vecino de al lado, seguro que sabréis reconocer a estos magos bajo cualquier disfraz.

Tampoco hace falta embarcarse en una odisea o irnos a la Antártida, los objetivos de cada cual tienen el valor que cada uno les queramos dar y son de nuestra más absoluta propiedad.

La madurez, tan despreciada por los departamentos de Recursos Humanos, es una de las mejores cosas que tenemos y no podemos obviarla. Ulises, Shackleton o Artabán no me alucinan por sus cualidades de valentía ignorante en pos la aventura, el gran entusiasmo por lograr lo que quieren cuando inician su viaje. Lo realmente interesante es todo lo que viene después, que a pesar de todo lo que les sucede, reaccionan, mantienen ese entusiasmo por seguir adelante aunque sea cubiertos de llagas por el frío, el salitre o el sol abrasador del desierto, han mirando a la muerte mil veces y tantas veces la han burlado. No podemos dejar a la sociedad huérfana de toda la experiencia y el saber acumulados fruto de nuestros fracasos y nuestras remontadas.

Quizás, como se nos muestra en la magnífica película "Otra Tierra", exista en un universo paralelo otra versión de nuestro yo, de nuestra vida, esa que habíamos soñado o aquella que hubiera sido si no hubiéramos optado por ciertas decisiones que ahora lamentamos o no hubieran sucedido tragedias no buscadas. Pensar en lo que pudo haber sido y no fue solo nos lleva a la frustración y no ayuda a construirnos el camino que debemos seguir.




No temáis perderos. Puede que los dioses se diviertan poniéndonos a prueba rompiendo nuestras naves y confundiéndonos con espejismos. Puede que se rían de nuestro desconcierto y desesperación o aplaudan nuestro coraje, se enojen viendo cómo les ganamos en fama y grandeza o nos recompensen con honores por nuestras hazañas. Pero, cuando la vida se despista (tal y como nos dice el cantante y compositor Dani Martín) nosotros somos los que tenemos que decirle por dónde está el camino, aunque sea dando un gran rodeo, cambiemos el plan A por el plan B o lleguemos un poco tarde.



Os recomiendo:
  • The Other Wise Man (El otro rey mago) El libro esta versionado de muchas maneras, para niños o adultos. Buscad en librerías el que más os guste. La peli, hay también versiones. Escoged.








  • Lecciones de liderazgo. Las 10 estrategias de Shackleton para liderar al límite de la resistencia humana de Dennis Perkins. Imprescindible.








  • Atrapados en el hielo de Caroline Alexander. Libro y documental. Impresionante.









  • La odisea de tu alma de Elizabeth Clare Prophet. Interesante análisis de la personalidad de Odiseo o Ulises.









  • La odisea  de Homero. Mil versiones de cómic, traducciones, películas, mi Ulises preferido es Kirk Douglas aunque la película no es de las mejores.




  • Otra Tierra , película de Mike Cahill. Rara rarísima, maravillosa.  Tráiler 

















lunes, 14 de diciembre de 2015

Ideas para regalar en Navidad... o cuando sea



 Llegan  las entrañables fechas navideñas y todo a nuestro alrededor grita: ¡Compra, compra!, dándose el pistoletazo de salida con el BlackFriday. La Navidad se ha convertido en el resultado de un extraña ecuación donde uno de los factores con mayor peso es el de regalar. Así que vamos a ello con entusiasmo gastándonos lo que no tenemos.

  Un día descubrí lo que era hacer un regalo diferente, era algo que ya sabía pero que nunca había vivido en directo de manera tan intensa. Y es que el eco emocional de aquel regalo fue mucho más duradero que el del perfume o el disco de moda.
  • Situación: Grupo de alumnos adultos haciendo el Amigo Invisible (sí, habéis leído bien, adultos)
  • Reglas del juego (para los que las desconozcan): Se pone un máximo de dinero acordado a gastar en un regalo para alguien del grupo que sólo nosotros conocemos y que nos ha tocado por azar. Durante una o dos semanas intentamos conocer los gustos de la persona a la que debemos regalar y al finalizar el plazo se convoca una reunión donde se revela quién es nuestro amigo invisible y se hace la entrega de regalos. Una variante del juego es que a lo largo de esos días de inquietante espera e hipótesis detectivescas se pueden mandar mensajes secretos a un buzón (caja de cartón) sin que nos descubran.
  • Objetivo: Se trata de crear lazos y buen rollo entre los miembros de un grupo. Quizás te toque regalar a alguien al que detestas o te sorprende alguien en el que jamás te habías fijado, ahí está la gracia del juego.


  Hubo alguien que dejaba cada día un mensaje en el buzón. Cada uno de ellos formaba parte de un cuento original inspirado en la persona a la que tenía que regalar. Ni que decir tiene que la destinataria estaba encantada con aquellas misteriosas píldoras de emoción que la sumergían en una aventura estrafalaria y entrañable en la que era protagonista, algo que no sentía ser en su vida real. Deseaba acudir al buzón cada día para continuar con el siguiente capítulo del serial que mantenía su intriga. Su amigo invisible se había molestado en ver más allá de sus deseos y gustos a golpe de palabras imaginadas ex profeso en aquella mágica historia. El último día su amigo ya visible le hizo entrega del final del cuento junto con un pequeño detalle relacionado con el mismo (comprado en la tienda de chinos de la esquina). Aquel insignificante regalo le había ofrecido muchas cosas como ilusionarse como una niña o preguntarse algunas cosas sobre sí misma.


   La forma de regalar y lo que se regala es importante. A veces, algo hecho con el cariño de nuestras manos o la pasión de nuestra imaginación es perfecto. Si aceptamos este tipo de regalos de los niños ¿por qué no de los adultos?

   Regalar experiencias y buenas emociones hechas a medida (y no de las de las cajitas esas de tres noches de hotel + spa o conducir un Ferrari precisamente) es una forma muy potente de decirle al otro que nos importa sin pasar por la frialdad de una fila de cajas.

   Los anuncios de televisión son variopintos en esto de dar consejos sobre qué regalar. Hay uno de un coche que regalan a una futura novia. El día de la boda ella declara sin cortarse ni un pelo que es el segundo día más feliz de su vida. El primero había sido el día que le regalaron el coche. Así es, anteponemos lo material al amor y eso se usó en clave de humor por los publicistas, aunque creo que expresa algo muy común en nuestra sociedad, donde se sustituyen objetos por horas de compañía, charla o por hacer algún favor. Que conste que no culpo a la novia, el coche le dará muy buenos momentos, aunque creo que su matrimonio no va a durar mucho. Algunas personas prefieren algo material o una mascota que a un ser humano (yo a veces también, depende del humano) así que ¡aceptemos coche como amigo íntimo!

   Un regalo o un regalazo convencional está genial, por supuesto, pero hay muchas otras opciones: el que sale del hospital después de casi no contarlo, el que viene a cenar y dábamos por perdido, la llamada (y no wassap) de alguien que se acuerda de ti y que hace siglos que no sabéis nada el uno del otro, el de invitar a alguien a tomar algo porque sabes que se siente mal y hacer que eche unas risas sin tener que hablar de nada trascendente... o, por ejemplo, el de no comprar el típico imán de nevera de recuerdo de vacaciones a una amiga y en cambio regalar unos pedruscos encontrados en la playa... la cara de "¿Qué es esto, por Dios?" es normal, claro. Hay que explicar que no eran unos pedruscos cualquiera... Estando a unos pocos kilómetros de la mítica Cueva de Altamira y siendo pintora pues ¿qué mejor que ofrecer la materia prima que tenía el creador de los famosos bisontes? 




Aquellas piedras pulverizadas mezcladas con un poco de agua se convertían en los mismos pigmentos que utilizaron en una obra maestra de la humanidad con miles de años de antigüedad. No habían costado nada, estaban allí al alcance de cualquiera, montones de ellas. Para alguien que entiende de Arte supusieron un momento de inspiración, una conexión con creencias del pasado remoto llevadas al presente mientras realizaba su propia interpretación sobre un papel. Y eso no se puede comprar en ninguna tienda.

   Aún así, tened siempre en cuenta que la gente está acostumbrada a la idea de que un regalo es un paquete envuelto en papel y cintas de colores y con el ticket preparado si desean cambiarlo. Nos han comido la cabeza con eso y si nos salimos del guión puede chocar e incluso ofender.

   Algo a tener en cuenta es que regalar no es comprar lo que nos gusta a nosotros para que les guste a los demás... Sí, sé que es difícil pero uno puede separarse de sí mismo e imaginarse en la piel de otra persona. Ya sabéis: no proyectéis lo que os gusta a vosotros creyendo que es lo que quieren los demás, probablemente no es así y quedaréis como unos egocéntricos. Hay que pensar siempre en el otro, haciendo un buen ejercicio previo de empatía y de molestarse por conocer sus ilusiones y anhelos o, simplemente, sorprenderle y que esboce una sonrisa, y eso es hacer magia.

   Otra cosa muy importante en esto de los regalos es que hay que hacerlos de corazón, sin esperar nada a cambio. Estamos acostumbrados a que es de educación devolver el detalle de manera más o menos equitativa, pero si no esperamos nada a cambio entonces podemos pensar en esa persona de verdad, no en nosotros mismos y en el regalo que nos espera de vuelta. Pensad que regalar ya es en sí mismo un regalo para nosotros por la satisfacción de provocar en el otro alegría. Regalar es como dar la libertad a un ave cautiva.



   Sea lo que sea que sus majestades los Reyes Magos tengan a bien traernos, será bien recibido, pero no olvidéis la cantidad de cosas que podemos pedir en nuestra carta y regalar nosotros también.

   A continuación os dejo varias ideas para regalar en Navidad o cuando sea (el regalo de "porque me apetecía" es maravilloso)
  De entre estas ideas las hay sencillas y también sofisticadas, todo depende de quién queramos que se sienta genial.


Ideas para regalar en Navidad (o cuando sea):


- En la película "Adaline" (que no es santo de mi devoción) hay varios ejemplos: en lugar de regalar flores pues regalar libros que tratan sobre las flores a una apasionada bibliotecaria, regalar la visita a un rincón secreto de la ciudad y de la historia que nadie conoce.



- Lo de los Abrazos Gratis... ¡qué buena iniciativa fue aquella! Regalar un abrazo es impagable.



- Llevar a alguien impedido a un sitio especial cargado de buenos momentos para que los rememore (siempre que estemos seguros de que los quiere rememorar)

-Ceder a una petición de juego de nuestro perro, ellos también necesitan que les regalemos cariño y atención.

- Sorprender a nuestra pareja con la maleta hecha en la puerta de casa para cuando llegue del trabajo comunicar que os vais a coger los dos un vuelo a un lugar que no vas a revelar hasta llegar al avión.

- Escuchar con atención e interés a alguien hablar y hablar de sus problemas sin interrumpir, juzgar, sugerir ni aconsejar hasta que nos lo pida expresamente (si es que lo hace)

- Sorprender con una invitación a alguien que no se la espera



- Hacer una pequeña excursión sorpresa rompiendo la rutina a un lugar anhelado desde hace tiempo por la persona en cuestión.

- Pedir perdón por algo que hicimos mal, aunque fuese hace mil años y aunque sea nimio.

- ...

decidme... ¿ cuáles son vuestras propias ideas para regalar ?

¡Felices Fiestas y Felices Regalos!



jueves, 5 de noviembre de 2015

Riñas de patio de colegio


 



   Recuerdo como por Navidad o Semana Santa ponían en televisión alguna película ambientada en la Antigua Roma con temática religiosa. Acompañaban al espíritu del momento con historias épicas llenas de dramas, amores, sacrificios y con el sabio perdón que todo lo puede. A mí, de entre todas, la que más me gustaba era "Ben-Hur".

   Me fascinaba la historia de superación de este formidable judío (Charlton Heston) esclavizado por su amigo de la infancia, el infame Mesala (Stephen Boyd), por no acceder a los caprichos de su voluntad. Pero ¿cómo alguien podía cambiar tanto y pasar de ser afín a convertirse en un enemigo tan atroz?. El reencuentro al cabo de los años de los dos amigos del alma causa gran alegría en un principio pero se convierte rápidamente en estupor cuando Judá Ben-Hur  intenta retomar la cordura defendiendo sus ideas, creyendo que en la amistad sana y verdadera las diferentes opiniones se respetan y se entiende que el otro tenga derecho a decidir por sí mismo.

   "Ben-Hur" es una historia tan vieja como el mundo porque cuenta cómo cambiamos con los años, o nos cambia la vida o ambas cosas, y que en ocasiones ese cambio transforma la candidez de la infancia en algo más retorcido. Y es que no se qué nos pasa al "madurar", pero a veces en nuestras acciones y nuestra relación con los otros toman el mando la desconfianza, la envidia, las habladurías, la intolerancia... que se perfeccionan, haciendo que  las riñas de niños de patio de colegio no sean nada comparadas con las de los adultos en ese mismo campo de batalla.

   Mi descubrimiento me sobresaltó como una bofetada de estas que te despiertan, que te hacen reaccionar, para que no te confíes, porque bajo el principio ingenuo de que "todo el mundo es bueno", tras las sonrisas y los saludos más o menos logrados hay también mucha mala sangre, crítica insana y sin motivo ni agravio alguno, simplemente hay algo nuestro que chirría a los demás y no gusta, algo normalmente  banal y por ello te mandan a galeras como al pobre Judá Ben-Hur.

   Sí, ya va, ya digo el hecho en cuestión que motiva esta entrada del blog. Pues por una cosa tan conocida como el uso del whatsapp. A saber:

      1.   Mensajes en grupo de madres de una clase del cole.
      2.   Mensajes a la par privados que ponen a parir a madres del grupo.
      3.   Descuido: se pone en el grupo lo que se estaba diciendo por privado.     Nada bonito.
      4.   Motivo del insulto: ninguno en especial, simplemente algo de alguien no nos agrada y entonces vale todo.
      5.   Me pillan.
      6.   ¡Yo soy una buena persona! ¡A ver qué pasa!
      7.   No lo dudo, pero la has cagado.




    Supongo que os sonarán este tipo de cosas. La crítica insana utiliza también la tecnología más avanzada en la comunicación, tanto si esta tiene buenas o malas intenciones, porque la tecnología no distingue entre lo que está bien y lo que está mal y los seres humanos se supone que sí.
  
   Es como si cada uno de nosotros guardásemos, a lo Dorian Gray, un retrato de lo que somos realmente en algún oscuro desván y mostráramos al mundo otra cara, la socialmente aceptada, el carácter afable, compresivo y cabal, pero que a poco que nos animen el insulto es fácil, divertido y catártico, creemos que no tiene consecuencias mientras no nos pillen. Pero sí que las tiene, para nosotros mismos, porque una arruga o verruga más se añade a nuestro retrato oculto y nos pudre por dentro. No se trata de un castigo por ser malos sino que el odiar es una emoción que genera en nuestro cuerpo sustancias que no nos hacen nada bien y nuestra alma se agria.



   Aviso para los sociólogos: No hay mejor lugar para estudiar la falsa armonía (además de en el trabajo o en una reunión de vecinos, por supuesto) que en el patio de un colegio, pero en el que los niños no son los protagonistas, sino sus madres. Todos criticamos y somos criticados, pero hay límites. La crítica o tener posturas opuestas es algo natural, pero la saña y el odio con que se hacen no reflejan una personalidad tolerante, reflexiva y cómoda consigo misma, sino la de alguien que quiere que todo el mundo baile a su son.

   Imponemos a nuestros hijos valores políticamente correctos, pero ¿qué tal ejemplo les damos nosotros? Por más cursos de escuela de padres o catequesis que hagamos los valores no se podrán interiorizar por los niños si no se los demostramos los adultos en el día a día. Volviendo a la película "Ben-Hur", en ella sale a relucir el mensaje de Jesucristo que habla de perdón y de amar al prójimo, un mensaje que consuela al torturado Judá. La teoría nos la sabemos todos pero ahí se queda, en una buena película para la tarde del domingo.

   A pesar de todos los Mesalas que hay por ahí, afortunadamente existen también muchos Judá Ben-Hur. Saber defenderse de estos ataques tanto de guerrilla como a campo abierto es fundamental, sobre todo para los más jóvenes que, en esa crisálida que es la adolescencia, pasa de todo.

   Seguramente Judá Ben-Hur hubiera preferido no reencontrase jamás con el Mesala adulto, no por el daño que le infringe, sino por haber borrado de un plumazo el dulce recuerdo de la amistad pura y noble de la infancia, en la que nos enfadamos pero al ratito estamos jugando otra vez.

   Aquí os dejo una guía de supervivencia a base de consejos de algunos sabios, para cuando nos sale el Mesala o el Judá Ben-Hur que todos llevamos dentro:


·     "Hacen falta cinco cumplidos para resarcir un insulto". Artículo estupendo de Eduard Punset. 







·      Aplicad el  "Triple filtro de Sócrates" (desconozco si es real, pero ayuda) cuando alguien os venga con un chisme antes de dejarle que os lo cuente, preguntad:

 - ¿Lo que me vas a contar es algo bueno? - Bondad
- ¿Lo que me vas a contar es verdadero? - Veracidad
- ¿Lo que me vas a contar me será de utilidad? - Utilidad

Si os contestan "NO" a alguna de estas preguntas rechazad el cotilleo con elegancia porque solo os generará malestar y alimentará un bulo difícil de desenredar.



·      Randy Pausch nos enseña cómo disculparse sinceramente en su maravilloso libro-testamento "La última lección". Hay que seguir tres sencillos pasos de manera sincera y humilde, claro, aunque escuezan:

 
   1. Lo que hice estuvo mal
   2. Lamento haberte molestado
   3. ¿Cómo podría compensarte?

Si somos el agraviado... puede que debemos dejar una salida digna al agresor para que éste no se ponga a la defensiva. Debe encontrar el estado emocional adecuado para disculparse y para ello hay que ser pacientes (y un poco santos también)


·      Decid las cosas como son, pero con amabilidad, por favor.


·      Evitad hablar de personas que no estén presentes y no se puedan defender. Además, los demás se preguntarán qué diréis de ellos a sus espaldas y no confiarán en vosotros.


·      Evitad las habladurías o cotilleos puros y duros. No traen nada bueno.


·      Es casi imposible ensuciar al prójimo sin ensuciarse a uno mismo - Abigail van Buren


·      Tolerar las faltas de los demás, nosotros también las cometemos, quizás otras, pero todos somos producto de nuestras decisiones y de nuestras circunstancias vitales.
  

Si alguien sabe de críticas despiadadas ese es Iker Jimenez. En este vídeo nos da algunos consejos para tener un "Blindaje Positivo": La crítica es buena si te hace aprender, lo importante es saber distinguir la crítica despiadada, la que no tiene ningún sentido, la que está motivada por la envidia.





·      Peliculón "Ben-Hur". Maravillosa toda ella, un clásico.



·      Novela "El retrato de Dorian Gray" del genial, incomprendido y maltratado en su tiempo Oscar Wilde, que sabía llegar a la raíz de las cosas como nadie.



·      Películas "El retrato de Dorian Gray". La de 1945 es genial y la más reciente de 2009 mucho más explícita. A mí me gustan las dos, ambas son inquietantes.



·      En la vida hay tres cosas que no vuelven atrás: la flecha lanzada, la palabra pronunciada y la oportunidad perdida - Proverbio Chino
  


        Pues eso, no perdamos la oportunidad de tomar conciencia del veneno que supone la seductora crítica malsana y los chismorreos sin motivo. Busquemos desahogar nuestra rabia de otra manera y no olvidéis que un mal hábito, aprendido de alguien o creado por nosotros a lo largo de la vida, se puede cambiar por otro menos dañino tanto para los demás como para nosotros mismos. Nuestro mundo más cercano sería mejor si tuviéramos un poquito de humildad, reconociéramos algunos traspiés y reparásemos el mal infringido. 

   No esparzamos más mal rollo a nuestro alrededor ¡que ya hay bastante!