sábado, 24 de septiembre de 2016

Aún están vivos...




Casi todos queremos trascender, sobrevivir a través del tiempo, que parte de nuestro paso por este mundo perdure y dejar un legado que demuestre que existimos una vez.

Algunos lo logran realizando grandes obras o gestas, pero la mayoría de los mortales se conforman en lograrlo a través de sus hijos, y pasar el relevo de sus genes y saber a la siguiente generación. Se trata de eso, de ser un poquito inmortales durante algo más de tiempo del que nos tocó vivir, que quede una huella de nosotros y nuestra identidad, en los más allegados a través de las experiencias vividas, las historias que contamos, el saber que les legamos... porque, en poco más de cuatro o cinco generaciones, quizás ya no queden muchos recuerdos y se habrá borrado nuestro nombre.

Lo que una vez fue... en su mundo se quedó, en su tiempo, quizás perdido para siempre. Pero somos rebeldes y no queremos que eso suceda. Deseamos perdurar nosotros mismos y también revivir lo extinto ¡Y vaya si lo intentamos! 

Nuestros antepasados continúan estando vivos en nosotros, al igual que los dinosaurios siguen vivos "camuflados" en forma de gallinas (vale, no es muy romántico), de pájaros. Algunos rasgos de la especie extinta de los neanderthales subsisten aún en nuestra especie, así que, de alguna manera, siguen acompañándonos en nuestro viaje evolutivo (todos llevamos un poquito de neanderthal dentro)

Esto de los genes es asombroso, sobre todo cuando se nos presenta de forma descarada el rostro de una persona que vivió mucho tiempo atrás en el de alguien actual. Circulan por ahí fotos de famosos actores con sus dobles del pasado bastante alucinantes. Y es que a mí todas estas posibilidades de vida y renacer me ponen los pelos de punta, la verdad. Como anécdota propia diré que vaya a donde vaya, por cualquier parte del mundo, siempre me viene un polaco a preguntarme (en su idioma) si yo soy compatriota suya y, claro, me hace muchísima gracia. Desde luego en mi familia no hay registro en la memoria más que de dos pueblos (andaluz  y castellano) origen de procedencia de un par de abuelos, pero nada más. De Polonia y aledaños ni rastro. Pero los genes delatan muchos viajes del pasado que desconocemos.



El sueño de la inmortalidad siempre nos ha perseguido y hemos construido bellas tumbas con profundos grabados en piedra, hemos inventado cosas como la criogenización (que vete tú a saber si se consigue) y también queremos hacer algo (los del proyecto Human Brain Backup) que es el volcado de nuestra memoria en un disco duro antes de morir. 




Mientras estas dos últimas soluciones son una realidad la humanidad ha ideado otras muy antiguas que no requieren ninguna tecnología y que pretenden explicar nuestro paso y continuidad por la tierra: la reencarnación.


Pero no os preocupéis si no tenéis hijos y vuestros rasgos físicos y psicológicos no pasan a la siguiente generación en su genes. Tampoco tenéis que creer en la reencarnación. La buena nueva es que nadie muere del todo porque existe otro tipo de legado, el que a mí me interesa: el de los memes. A saber:

      Un meme es, en las teorías sobre la difusión cultural, la unidad teórica de información cultural transmisible de un individuo a otro, o de una mente a otra, o de una generación a la siguiente. Es un neologismo acuñado por Richard Dawkins en El gen egoísta, por la semejanza fonética con «gene» —gen en idioma inglés— y para señalar la similitud con «memoria» y «mimesis» (Wikipedia)


Es decir, lo que transmitáis en cada instante de vuestras vidas, ya sea una historia, un sentimiento en un momento compartido, un conocimiento, etc... eso, de alguna manera, perdura. Y la mayoría de las veces no nos damos cuenta de ese legado que vamos dejando, es decir, que no tenemos por qué escribir nuestras memorias o un diario porque una simple conversación que nos oigan en el autobús algún desconocido puede calar hondo, tanto en él como en otros, y cambiar alguna concepción de su vida, de sus relaciones personales o qué se yo... Nosotros decidimos qué recogemos de los demás y también qué dejamos a un lado. 


Los mitos y leyendas de los pueblos continúan escondidos en costumbres o hábitos, ritos más o menos extravagantes, dichos y gestos que ya no recordamos por qué están ahí, pero están, como los genes de dinosaurio en los pollos. Por eso son respetados, se encuentran bajo el manto protector de la tradición, para bien o para mal. Los lugares sagrados son siempre los mismos a lo largo de la historia, y no solo por una cuestión de poder al plantar cada cual su propia bandera idiológica. Y también muchas fiestas populares, como los toros o la fiesta de La Maya en honor a la primavera (en Colmenar Viejo - Madrid), son de origen pagano muy remoto. Así que, mirad a vuestro alrededor a la caza de memes (que hay más que pokémons en el universo) y pensad también en cuáles estáis pasando a los que os rodean.



Ni los egipcios, ni los griegos, ni los mayas han desaparecido, ni sus genes ni sus memes, así que aún están vivos en nosotros, y nosotros cambiaremos o añadiremos cosas que pasarán a la siguiente generación si nos seducen y los mantenemos. Pero, ya que hablamos de la caza de memes, dejadme que os remita a uno muy antiguo y remoto. Los que me conozcáis sabéis que me pirra la época más antigua de nuestra existencia, la Prehistoria. Dentro de la denominada vasta noche de los tiempos hubo muchas culturas y momentos de gran esplendor. Así que viajemos a través del tiempo e introduzcámonos en alguna cueva con restos pictóricos para descubrir y resucitar a uno de nuestros memes más fascinantes.

Quienes habitaron por el norte de España y sur de Francia hace bastantes miles de años  tenían en su haber numerosísimos memes, memes heredados a su vez de sus antepasados. Cómo contar una buena historia forma parte de nuestra idiosincrasia como especie y no todas las historias son buenas o traspasan la barrera del tiempo Nuestros antepasados transmitían todo su saber oralmente, pero como no eran tontos aprovecharon todos los efectos especiales y tecnología a su alcance para dar apoyo a una buena historia, la de ellos, la de sus mitos y la de la concepción del mundo en el que vivían. Y usaban los viejos trucos de la percepción usados en el cine para crear movimiento, impactar en el espectador y emocionar, porque toda buena historia, si emociona, tiene segura su supervivencia.



Algunos nos seguimos emocionando al ver estas imágenes que cuentan historias que aún parecen flotar cual murmullo a nuestro alrededor en esa cápsula mágica que es una vieja cueva. Para mí, el caballo morado de la cueva de Tito Bustillo de Ribadesella (Asturias) sigue corriendo. Según se avanza desde sus cuartos traseros hacia delante el animal cambia de forma, se alarga, se ensancha, parece saltar con la luz parpadeante... es como si estuviera vivo. ¿La historia que contaban la hemos perdido? Puede que el meme concreto de esa historia siga en nosotros o puede que lo hayamos perdido para siempre pero aún queda algo, la emoción de sentir lo mismo que ellos sintieron contemplándolo. Me gusta pensar que aún están vivos: los caballos, los bisontes, los chamanes proyectados en sombras, su mundo... y que al darles de nuevo movimiento con el juego de luces y sombras vuelven a "contarnos" quiénes fueron, vuelven a estar presentes y manifestarse.

Por eso es tan importante que no arda ningún libro, ni que se extermine ninguna tribu (física o culturalmente) porque, si la nada los engulle y desaparecen para siempre, los perderemos y solo nos quedará el inocente (o no) consuelo de que permanezcan en los registros akáshicos, esos que dicen que lo contienen TODO en algún lugar.





Recomendaciones y curiosidades:


Redes - Quiero tener un dinosaurio... en casa: El paleontólogo Jack Horner quiere tener un dinosaurio ¿Para qué buscar los genes dentro de un mosquito que esté dentro de ámbar y todo ese rollo cuando toda gallina lo lleva dentro los en suyos propios?. Resultado:  un  "pollosaurio" o "dinopollo", que será como una gallina grande con dientes y manos con tres garras. Alucinante entrevista de Punset.



Redes - Genes, Ideas y SexoPunset charla con la filósofa Susan Blackmore de genes, memes y sexo. ¿Qué memes tendrán éxito y cuáles no? Todo depende de nosotros, el que seleccionemos gana y pasa a las siguientes generaciones.



En el muro de Facebook de Luis Lázaro Tijerina encontré esta foto que me dejó temblando. Su historia en: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10206266800450520&set=a.1673274273309.2088045.1280997506&type=





Mi sistro. La potente cultura egipcia del pasado sigue vigente en muchas tradiciones del Egipto actual. Me quedé loca cuando encontré esto en el mercado de Jan el-Jalili de El Cairo. Era de una familia y lo tenían doblado en un baúl que era del bisabuelo. Se trata de un sistro, con sus cobras y diosa Hathor, un instrumento musical tocado por mujeres en ceremonias religiosas. Lo han seguido fabricando hasta casi ayer, aunque puede que sin saber su origen real. Yo lo arreglé y lave la cara. Ellos no le dieron mucho valor, sólo subieron el precio cuando yo quise adquirirlo después de un rato haciéndome entender y supieran por fin qué estaba buscando. Ahora es mío.




Cuando el Homo Sapiens hacía cine , documental que explica cómo se las apañaban para contar historias y dotarlas de vida nuestros antepasados prehistóricos.






Antes de Adán, novela del genial Jack London. Esta es para los más frikis de la Prehistoria. En ella un hombre actual tiene unos curiosos sueños donde se manifiesta una vida pasada, cuando era un individuo muy antiguo, antes del homo sapiens sapiens. Ni que decir tiene que está genialmente escrito y que no tengo ni idea de cómo se le pudo ocurrir escribir algo así a este hombre... los genios son así ¡Que vivan sus memes!






El mundo de Jaled, la cueva de El Castillo (Puente Viesgo - Cantabria). Aquí podréis contemplar una maravilla, el hombre bisonte o al chamán haciendo posesión de su caverna. ¡Resucitemos memes!






Fiesta de La Maya, de Colmenar Viejo (Madrid) en el mes de Mayo, de ahí su nombre. Alucinante celebración adaptada a las creencias actuales pero que expresa la alegría y agradecimiento a Maya, "pequeña madre" para los griegos, diosa de la primavera para los romanos ¡Y ahí sigue cada año!
World Press Photo ha galardonado a Daniel Ochoa de Olza  sus bellísimas fotografías sobre esta fiesta. 






Canción de Queen "Who wants to live forever?" El rock del bueno tiene respuestas para todo (Dad a subtítulos)







Hijos de Mary Shelley, Es curioso como el término "memes" absorbe aquí por completo al de "genes". Los autodenominados herederos de los memes de Mary Shelley (Fernando Marías, Ramón Pernas y Silvia Pérez Trejo) han creado un espacio de encuentro entre muchos otros, escritores, actores y pintores, en torno a la figura de esta enigmática escritora y  rememoran la creación de su obra Frankestein.









Y aquí os dejo un micro-relato mío inspirado en una ilustración-reclamo de Óscar Pérez que andaba buscando escritor (no me eligió, qué se le va a hacer).



MITO

Recuerdo con nostalgia aquel momento en el que esperaba mi turno, como tantos otros, mientras mi padre acababa su trabajo. El titánico horno incubaba nuestros cuerpos, cuerpos de barro mágico, endurecido con el fuego de los dioses. Yo permanecía expectante, deseosa de penetrar por fin en uno de ellos. No sabía que mi padre tendría problemas por amarnos tanto. Ignoraba que mi vida y la de mis descendientes sería tan amarga y dura después de su castigo. Ahora lucho porque a mi padre le sea devuelto el honor contra aquellos que se divertían a nuestra costa con nuestras desgracias y que aún juegan caprichosamente con nosotros según sus infantiles deseos. Logré sobrevivir más allá de mi cuerpo de barro. Ahora soy una idea, un mito en la mente de mis congéneres humanos que viaja de generación en generación. Mi vida no es fácil, a veces temo morir para siempre. Pero en aquel momento frente al gran horno de mi padre yo no sabía nada de lo que ocurriría después. Solo sabía que mi alma viviría tomando otra forma y que amaba aquel fuego sagrado.






viernes, 5 de agosto de 2016

El extraño caso de “El faro”





Me encantan los faros, desde niña. La verdad es que no se por qué, pero no soy la única. Tienen un "no sé qué" especial, romántico y a la vez siniestro, quizás porque su único ojo ha visto terribles tormentas y naufragios. Los faros evocan una peligrosa soledad, son como imperturbables ángeles guardianes que avisan de la muerte traicionera aun estando rodeados de oscuras tinieblas.

Podemos encontrar a lo largo de los tiempos muchas historias y leyendas en torno a los faros y también películas e incluso rutas turísticas que ofrecen hospedaje para gente como yo. Nos encanta recrear esa atmósfera especial que emiten junto su luz y dejar volar la imaginación tanto la romántica como, por qué no, la más aterradora.

Así que ya podéis saber qué sentí cuando realicé mi último descubrimiento, a saber, un misterioso relato inacabado del genial Edgar Allan Poe.


Tema: Un solitario y misterioso faro en el Mar del Norte.
1 de enero de 1796: Un nuevo farero se hospeda en él, muy seguro de sí mismo y de lo fácil que es realizar su trabajo, un trabajo inusual para un hombre de su elevada posición…


Este enigmático relato se interrumpió por la triste muerte de Poe, una muerte que le sorprendió de manera cruel, como si fuera un macabro epílogo o verso final acorde con su vida de abandonos.

El faro” solo tiene dos páginas, pero nunca dos páginas dieron lugar a tantas interpretaciones y continuaciones, tan imaginativas como inverosímiles. Como si de un efecto mariposa se tratase, unas pocas líneas de Poe provocaron una gran tormenta que aún nos envuelve en nuestros días. Y es que Poe sigue despertando admiración y los misterios que le rodean se perpetúan con este inquietante relato, preludio de su caída, identificado con su espíritu sufriente y obsesionado, pero siempre orgulloso frente a los acantilados, aguantando y soportándolo todo, como hizo él en vida.

La mejor de las incógnitas que nos legó fue este inquietante relato inconcluso que muchos nos desvivimos por continuar basándonos en las maravillas que escribió a lo largo de su vida. Queremos descubrir las profundidades de sus pensamientos, sumergirnos en sus abismos emocionales y filosóficos y “El faro” nos deja la puerta abierta a su universo que parece invitarnos a unirse con el nuestro.

Descubrí este relato gracias a otro descubrimiento muy agradable para mí. Se trata de un canal de YouTube dedicado a la literatura que arroja luz como un faro en las costas de tantos libros por leer: “La sombra de Nikky Udall”. Su farera es una apasionada lectora que hace reseñas llenas de sensibilidad (que no sensiblería), inteligencia y sentido del humor. Y es que cualquier cosa puede caer en las manos de “Nikky Udall” que no le hace ascos a ningún libro ya sea de segunda mano, de biblioteca, un clásico, algo infumable o las últimas novedades, además de otras rarezas. Bueno, pues en una de estas reseñas que nos regala Nikky Udall aparece nuestro faro de Poe. No os contaré nada más porque prefiero que la veáis y os dejéis guiar por ella ¡Un gustazo, vaya!



Parece que nos angustia no tener un final para estas historias tan fascinantes que fueron dejadas a medias por distintos avatares del destino: muertes repentinas, falta de dinero, de ganas… y es que hay muchas. Si ponéis las palabras claves en un buscador os saldrán inmediatamente las más importantes novelas, películas y obras musicales o pictóricas que no vieron su final: el Réquiem de Mozart, la última de Kubrick retomada por Tom Cruise (Eyes Wide Shut), la Sagrada Familia de Gaudí, etc.




Hay una novela fascinante para mí que se quedó a medias a causa de la muerte por enfermedad, en 1944, del francés René Daumal, un tipo un algo raro. Y la novela, pues eso: rara, rara y rara… ¡Pero a mí me chifla! Se trata de “El monte análogo”, una mezcla de expedición de aventura a lo Julio Verne pero en plan místico e iniciático y encima con dimensiones espaciales ocultas… Y qué rabia da que cuando empieza lo bueno... ¡Va y se acaba! Aaaaaaarrrrrgggghh!!!! ¡Me dan ganas de pedir a un médium que contacte con el pobre René y le dicte el final! Ese es, sin duda, un viejo sueño de muchos.



No es tontería lo que digo, ese tipo de libros existen. Me explico: muchos fieles seguidores de la religión Espírita (cuyos dominios se hacen Imperio en Brasil) editan cada año un buen puñado de libros dictados, según ellos, por personas que están en el más allá, para enviarnos mensajes y enseñanzas. De hecho, en las librerías brasileñas, junto con los apartados comunes y corrientes de “narrativa extranjera” o “juvenil”, existe la sección de “Libros Espíritas”. Desconozco la calidad literaria de los mismos, pero por curiosidad y para sacudirme mi perplejidad leeré alguno. Hay muchos en castellano de libre descarga. Alucinante.




Ojalá que Poe pudiera acabar su relato, pero creo que el destino hizo que pudiéramos fantasear con él y su historia, dejando que el misterio nunca le abandonara. De alguna forma, nos ha pasado el relevo a todos sus lectores, sin importar nuestra nacionalidad o  época, para que lo concluyamos a nuestra manera. Así que os invito a que visitéis todos esos faros surgidos en los mares de la imaginación a partir de esas únicas dos páginas de Poe, que nos sigue arrastrando al abismo de su mente. Dejaos llevar por los contagiados del genio de Poe que crean variadas historias de soledad, muerte, desasosiego y locura, donde hasta extrañas criaturas marinas pueden visitar a su huésped.


Y sí, recogí el guante arrojado por Poe. Yo también he decidido aportar mi continuación y final a “El faro”, con humildad y respeto porque, como os he dicho al principio, me encantan los faros, me encanta Poe y me fascina escribir que, para mí, es sacar del reino de la imaginación historias que se convierten en más reales cuanto más se leen.  El reto es complicado y me siento como su protagonista, intentando escribir algo que parece que no acaba nunca de hacer porque la atmósfera del faro le perturba, así que optaré por lo que nunca me falla, escritura automática y sin pensar (pero sin ser una médium, jeje).

Ahora os dejo unas recomendaciones muy interesantes con sus enlaces. Y para los más curiosos lectores, os dejo más adelante “El faro” de Poe. Leedlo con calma paladeando bien cada palabra y os transportaréis hasta allí de inmediato.

Os animo a dejaros arrastrar hasta ese lugar y, por qué no, que imaginéis vuestro propio faro ¡Disfrutad de la experiencia!


Recomendaciones (montones esta vez):


       
- Ruta de los faros de Galicia, Asturias y Cantabria… hay montones de itinerarios en tren, coche, bici y a pié.






    - La muerte de Edgar Allan Poe descrita por Iker Jiménez

      https://www.youtube.com/watch?v=4bMpI7xBwzs











-        Vida de Edgar Allan Poe, hay varios documentales en YouTube


-      La sirena de la niebla, relato de Ray Bradbury absolutamente genial sobre el poder evocador de un faro. Llevado al cine desastrosamente y sin tener nada que ver con su sentido profundo (nunca mejor dicho)




 - La sombra de Nikky Udall, videoblog literario con montones de buenas recomendaciones y críticas… ¡Os vais a enganchar!

También lasombradenikkyudall.blogspot.com





 Justo nada más publicar esta entrada, y con el rebufo del faro en mi mente, encontré esta maravilla en Internet y buscando en una librería la vi. Miré hacia un lado y a otro, pues estaba rodeada de fanáticos lectores de cómics que podían (pensaba yo) arrebatármelo de las manos... "Solo míooooo" les dije telepáticamente, je, je... Una joyita de esas que no esperas encontrar, escrito e ilustrado por Paco Roca que en tan pocas páginas dice tanto de la vida, de los faros, de los maestros fareros y de su vinculación con el alma del mar y del propio faro, de la literatura en torno al mar, de los sueños por cumplir... En fin, una preciosidad que os recomiendo. Editado por Astiberri. 







- El misterio de las islas Flannan, un hecho real muy inquietante que podría ser casi una continuación del relato de Poe:






   



   -   “Momentos de protección”, novela de Eric Fosnes Hansen. Este es un libro muy especial para mí que motivó una de las entradas de este blog (la más entrañable y mágica): Ese libro que nos llama”. 
      En esta novela hay tres historias sin aparente conexión entre sí. Una de ellas es la de un faro en Suecia. Es la historia más bonita que he leído en torno a un faro: misterio, amor, soledad, personajes de gran riqueza y almas de marineros errantes buscando refugio, una narración increíble...

      - El monte análogo”, de René Daumal. Editado maravillosamente (como todo) por Atalanta. Ya os he avisado, es raro y está sin terminar, pero hace volar la imaginación a otras dimensiones espaciales ocultas y cercanas al mismo tiempo.
Libros Espírita… esto sí que es raro. Haced la búsqueda por Internet si tenéis curiosidad. Yo he descargado uno ambientado en la mar: “Alfieri el marino”. En la portada pone que es una obra emanada de dos espíritus… sigo alucinada pero me divierte el reto.




     -  Película “El fantasma y la señora Muir”… Aquí tenemos todo junto: una historia en torno al mundo del mar, el fantasma de un capitán de barco que dicta una novela a una viuda, una historia de amor… A mí me gustó mucho, es un clásico de esos en blanco y negro del año 1947.

    Los actores son maravillosos (Gene Tierney como Sra. Muir y Rex Harrison como fantasma del capitán, entre otros) y la fotografía es magistral (ganó un Óscar). Son de esas películas que te transportan a otra época y se respira el ambiente novelesco y misterioso desde el principio, una se enamora de los personajes, de la casa e incluso de la novela que dicta el fantasma aún sin saber a penas nada de ella. 
      Os recomiendo que la busquéis y que de paso veáis el programa Qué grande es el cine de Jose Luis Garci dedicado a ella, sus comentarios y análisis son una gozada y se aprende un montón. También podéis escucharlo en Ivoox.


- Recopilación de relatos de varios autores hispanohablantes que se atrevieron a coger el guante de Poe: Cristina Fernández Cubas, Juan Manuel de Prada, José Jiménez Lozano... Está descatalogado pero lo podéis encontrar en bibliotecas. Editorial Áltera.

   













    
     ¡Y cómo no! He realizado esta entrada escuchando a mi admirado Alan Parsons Project y su álbum “Historias de misterio e imaginación” dedicado a Poe. Sublime.










Y, por fin, aquí lo tenéis. El protagonista de todo: “EL FARO”  de Edgar Allan Poe (comenzado a escribir el año 1849, el mismo de su fallecimiento, y que aún está en desarrollo):


  
1 de enero de 1796 - Hoy, mi primer día en el faro, hago esta anotación en mi diario, según lo acordado con De Grät. Llevaré el diario con la mayor regularidad posible, aunque Dios sabe lo que podría sucederle a alguien tan solitario como yo... Podría enfermar, o algo peor...
Hasta ahora, todo bien. La balandra se salvó por poco, pero ¿por qué pensar en ello si estoy aquí sano y salvo? Mi ánimo mejora sólo con pensar que estaré- al menos una vez en mi vida- completamente solo, pues por grande que sea Neptuno, es obvio que no se le puede considerar parte de la "sociedad". Sabe el cielo que nunca he confiado en la sociedad ni la mitad de lo que confío en este perro. Si lo hubiera hecho, la sociedad y yo no nos habríamos separado ni siquiera por un año... Lo que más me sorprende es la dificultad que tuvo De Grät para conseguirme este puesto... ¡a mí, un noble del reino! No es probable que el consejo tuviera dudas sobre mi capacidad para dirigir el faro. Un solo hombre lo había atendido antes y se las ingenió tan bien como los tres que por lo general asignan a la tarea. Las obligaciones son nimias, y las instrucciones absolutamente claras. No sería lo mismo si me hubiera acompañado Orndoff. Jamás habría podido avanzar con mi libro teniéndolo cerca, con su intolerable cotilleo, por no hablar de su sempiterna pipa de espuma de mar. Además, quiero estar solo... Es curioso que nunca hasta ahora hubiera reparado en el triste sonido de la palabra "solo". Casi me parece que hay algo extraño en el eco de estos muros cilíndricos..., ¡pero no!, es absurdo. Sé que mi aislamiento me inquietará, pero no lo permitiré. No he olvidado la profecía de De Grät. Ahora, a trepar al fanal y a echar un vistazo para "ver lo que pueda ver"... Ver lo que pueda ver, en efecto..., no demasiado. Creo que la marea está bajando un poco, pero de todos modos la balandra tendrá un viaje de regreso turbulento. Difícilmente avistará la tierra del norte antes de mediodía de mañana, aunque sólo está a 190 o 200 millas.

2 de enero- He pasado el día en una especie de éxtasis casi imposible de describir. Mi pasión por la soledad no podía haber tenido mayor gratificación. No digo satisfacción, pues dudo que pudiera sentirme saciado de una dicha como la que he experimentado hoy... El viento amainó al alba y por la tarde el mar se había retirado... No se veía nada, ni siquiera con el telescopio, salvo océano, cielo y alguna que otra gaviota.

3 de enero- Calma chicha durante todo el día. Hacia el atardecer, el mar parecía de cristal. Avisté unas cuantas algas, pero absolutamente nada más en todo el día, ni siquiera el menor rastro de una nube... Me entretuve explorando el faro... Como compruebo a mi pesar cada vez que tengo que subir por sus interminables escaleras, es muy alto; casi cincuenta metros, diría yo, desde la marca inferior del nivel del agua hasta lo alto del fanal. Sin embargo, desde el fondo del foso debe de ser de al menos cincuenta y cinco metros, puesto que el suelo está a unos cinco metros por debajo de la superficie del mar, incluso con la marea baja... Creo que deberían haber rellenado el fondo hueco con mampuestos. En tal caso el edificio sería mucho más seguro..., pero, ¿en qué estoy pensando? Una estructura como esta es lo bastante segura en cualquier circunstancia. Debería sentirme a salvo incluso si arreciara el más furioso huracán. Sin embargo, he oído decir a los marineros que ocasionalmente, con viento del sudoeste, el mar ha subido más aquí que en cualquier otro punto del globo, con la sola excepción del paso occidental del Estrecho de Magallanes. Pero el mar por si solo no podría con este sólido muro roblonado en hierro que, a quince metros de la línea de aguas altas, tiene un espesor de al menos un metro veinte... La base sobre la cual descansa la estructura se me antoja tiza...

4 de enero (el manuscrito se interrumpe aquí)




sábado, 9 de julio de 2016

El viaje de nuestras vidas

  

   Ahora que muchos tendréis planificadas vuestras vacaciones y el objetivo a cumplir en las mismas (descanso, juerga, estudios, religioso, cultural, aventura, desconexión, etc ) me gustaría que pensarais en cual fue el viaje de vuestras vidas, ese que os marcó a fuego en la memoria momentos inolvidables, buenos o malos, emociones y encuentros, aquel con el que os empapasteis de todo lo que veíais y aprendisteis de vosotros mismos.

Si sois personas viajeras, de esas que tiran por el camino menos transitado, que gustan mezclarse con los aromas y costumbres siguiendo el dicho de "allá donde fueres haz lo que vieres"... os será difícil elegir un viaje porque todos son especiales, reveladores y únicos.


Yo tengo muchos guardados en la memoria. Uno de ellos fue un fantástico viaje frustrado a Suiza, que se suspendió en el último momento. Al final quedamos dos amigas sin saber qué hacer con los días ya cogidos en el trabajo. Así que nos montamos en el coche y le dotamos de voluntad propia (como si fuera Kitt, el coche fantástico) y terminamos por carreteras secundarias, de las que te llevan a hacer un Viaje a la Alcarria, donde la improvisación se adueñó de las decisiones más trascendentales. Nos lo pasamos genial y no me arrepiento de no haber ido a Suiza.



Pero, esta entrada no la ha motivado el querer hablar de mis aventuras, sino el descubrimiento de uno de esos viajes olvidados que es de justicia rescatar. Buscando una nimiedad en Internet de nuevo Google me sorprendió con un enlace sorprendente que me impactó de manera profunda. Se trata de un viaje de estudios realizado en 1933, el Crucero Universitario por el Mediterráneo ¡Ojalá pudiera subir a bordo del Ciudad de Cádiz y realizar aquel viaje!

Poneos en situación:

España, 1933... Sí, antes de la brutal Guerra Civil, esa que destruyó tantas ilusiones, vidas, deseos de progreso de una generación culta para un pueblo atrasado, antes de la lobotomía que sufriríamos durante años de dictadura. No había Internet, ni fotos a color en los libros de las pirámides, o de los templos griegos, de sus gentes, del mar, de todos los lugares míticos que se estudian en colegios y facultades.... Un viaje maravilloso que marcó a unos privilegiados jóvenes con unas ganas locas de construir un mejor país. Sueños frustrados a cuchillo y bombas poco después, una generación perdida que ni siquiera intuía el horror que estaba por llegar.

Escalas: Esmirna, Beyruth, Damasco, Cartago, Susa, Atenas, El Cairo... con cantimplora  y salacot siempre a mano y unas ganas de aprender y confraternizar enormes. Lugares y gentes que sufrirían también amputaciones terribles con la Segunda Guerra Mundial. El Mediterráneo que vieron aquellos tripulantes nunca volvería a ser el mismo.

A bordo, unos profesores de lujo y unos alumnos aventajados: María Braña, Fernando Chueca, Gregorio Marañón Moya, Esmeralda Gijón Zapata, Jaume Vicens Vives...  camaradería y buen rollo de chicos y chicas que querían comerse el mundo tras empaparse de unas clases magistrales de Historia, lenguas muertas, Filosofía, Antropología... de las que no existen grabaciones en vídeo para poder verlas en YouTube, una lástima.


"En adelante, nuestra vida arrancaría de una nueva era: antes y después del Crucero, y el hecho de haber participado en él, nos uniría a todos a lo largo de los años" confesó Mª Elena Gómez-Moreno.

Muchos de los participantes acabarían siendo directores de museos, escritores, algunos en el  exilio, otros murieron, y algunos se convirtieron en humildes profesores que se quedaron en España previa "depuración"

El espíritu de este crucero fue emulado muchos años después por el genial aventurero, periodista y ser humano, recientemente fallecido, Miguel de la Quadra -Salcedo y su mítica Ruta Quetzal (que también me perdí por pasarme un año de edad). Y es que los viajes de estudios son especiales, llenos de una ilusión sin prejuicios, amistades, aprendizajes y aventuras que marcan de por vida vida.



Por último, me gustaría mencionar uno de los viajes más mágicos que existen para alguien de tierra adentro: ver el mar. Hoy en día se puede hacer fácilmente, hasta en televisión, pero en los años '30, cuando una mujer debía viajar en compañía de un hombre o con su permiso en carta, cuando no había fotos a color que expresaran su magnificencia y unos centenares de kilómetros eran eternos en aquellos caminos polvorientos... Al mismo tiempo que unos jóvenes hacían aquel crucero universitario por el Mediterráneo, mi abuela materna, una modista de un pueblo de las sierras de Jaén, soñaba con ver el mar. Seguramente fue el viaje de su vida y me encantaría poder ver con sus ojos asombrados su vastedad.

Puede que prefiráis ser viajeros de la imaginación, ligeros de equipaje, como decía Karen Blixen en la película "Memorias de África" pero que nada os limite si lo que queréis es viajar porque hay muchas maneras de hacerlo.



Viajad con los ojos bien abiertos, sin prejuicios, que es como se aprende. La sorpresa siempre viene cuando se regresa y ves tu país y tu hogar con otros ojos, y esa es la otra lección tras todo buen viaje, no del turístico sin más, sino de aquel que te curte.

Quizás aún no habéis hecho el viaje de vuestras vidas... ¿Y a qué estáis esperando?




"Yo soy un viajero infatigable (...) He recorrido el mundo a pie y sin dinero. He navegado por todos los mares y he volado por todo el espacio azul. Sólo me falta visitar el fuego central de la tierra, donde viven las salamandras"

Emilio Carrere, "La Torre de los Siete Jorobados"



"Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión...He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser...Todos esos momentos se perderán... en el tiempo, como lágrimas...en la lluvia... Es hora, de morir"
Roy Batty en Blade Runner (Rutger Hauer)



Os recomiendo:

  • Leer y escuchar al intrépido viajero Jorge Sánchez, es una auténtica gozada poder leer sus viajes y experiencias. Su último libro, "La vuelta al mundo entre sabios, santos y viajeros" ¡es fantástico!












  • Para los que os guste caminar, la mejor manera de viajar, y queráis aventura extrema sin arriesgaros podéis hacer dos cosas: Realizar el iniciático Camino de Santiago (un viaje que tengo pendiente) o bien leer el maravilloso libro del aventurero Rick Ridgeway "La sombra del Kilimanjaro" que relata una caminata por África Oriental desde el Kilimanjaro hasta la costa. Preciosa aventura.

  • Libro "El peor viaje del mundo";  increíble testimonio de la exploración polar de 1913 de Scott narrada por el explorador británico Apsley Cherry-Garrard. Muy muy chulo... da frío aunque lo leamos en la playa.

  • Libro de Francisco García Alonso y Josep Mª Fullola i Pericot "El sueño de una generación"  Espero dar con él y comprármelo



Y para terminar os dejo un par de poesías maravillosas que os darán las claves para tener un viaje inolvidable, ese que hacemos en vacaciones y el otro... el de la vida.


El camino no elegido




Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo, 

Y apenado por no poder tomar los dos

Siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie 
Mirando uno de ellos tan lejos como pude, 
Hasta donde se perdía en la espesura;



Entonces tomé el otro, imparcialmente, 

Y habiendo tenido quizás la elección acertada, 

Pues era tupido y requería uso; 
Aunque en cuanto a lo que vi allí 
Hubiera elegido cualquiera de los dos.



Y ambos esa mañana yacían igualmente, 

¡Oh, había guardado aquel primero para otro día! 

Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante, 
Dudé si debía haber regresado sobre mis pasos.


Debo estar diciendo esto con un suspiro 


De aquí a la eternidad:

Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo, 
Yo tomé el menos transitado, 
Y eso hizo toda la diferencia.


Robert Frost


* * *

Ítaca




Cuando emprendas tu viaje a Itaca 

pide que el camino sea largo, 

lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes 
ni al colérico Poseidón, 
seres tales jamás hallarás en tu camino, 
si tu pensar es elevado, si selecta 
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes 
ni al salvaje Poseidón encontrarás, 
si no los llevas dentro de tu alma, 
si no los yergue tu alma ante ti.


Pide que el camino sea largo. 


Que muchas sean las mañanas de verano 

en que llegues -¡con qué placer y alegría!- 
a puertos nunca vistos antes. 
Detente en los emporios de Fenicia 
y hazte con hermosas mercancías, 
nácar y coral, ámbar y ébano 
y toda suerte de perfumes sensuales, 
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas. 
Ve a muchas ciudades egipcias 
a aprender, a aprender de sus sabios.



Ten siempre a Itaca en tu mente. 

Llegar allí es tu destino. 

Mas no apresures nunca el viaje. 
Mejor que dure muchos años 
y atracar, viejo ya, en la isla, 
enriquecido de cuanto ganaste en el camino 
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.



Itaca te brindó tan hermoso viaje. 

Sin ella no habrías emprendido el camino. 

Pero no tiene ya nada que darte.

Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado. 

Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia, 

entenderás ya qué significan las Itacas.


C. P. Cavafis


Mi añorado viaje de estudios, Grecia 1989